La factura de la luz es uno de los temas que más nos interesan y más repercuten en nuestro bolsillo cada mes. Y ahora en Navidades, las luces iluminan calles y hogares. Así que, obviamente, la factura de la luz subirá, en función del tiempo que tengamos éstas encendidas y de la potencia de las mismas…
En esta entrada explicamos brevemente cuáles son los componentes de facturación en general, los diferentes tipos de tarifas de acceso que existen en la actualidad y algunas recomendaciones para abaratar (en la medida de lo posible) su coste.
Diferencia entre potencia instalada y potencia contratada
Lo primero que tenemos que tener claro es que, aunque en nuestra vivienda, oficina, o nave industrial, dispongamos de una instalación preparada para soportar una potencia elevada, ello no significa que tengamos que contratar con nuestra comercializadora el máximo de potencia que nos permite la línea.
Ejemplo:
Tengo una instalación en mi vivienda capaz de soportar hasta 5,750 kW. Sin embargo, decido contratar con mi comercializadora una potencia de hasta 3,45 kW puesto que sé que con los aparatos eléctricos y electrodomésticos que tengo en casa nunca voy a superar dicha potencia.
La potencia a contratar en baja tensión está normalizada en función del calibre del interruptor automático magnetotérmico que limita la potencia (ICP), hasta un valor de 63 A. En la siguiente tabla se muestran los valores de potencias (kW) para suministros monofásicos a 230 V y suministros trifásico a 400V.
Tarifas de acceso
Las tarifas de acceso constituyen el cargo por el uso de las redes de transporte y distribución. El nivel de tensión y la discriminación horaria caracterizan la estructura de tarifas de acceso a redes de los distintos suministros.
Los distintos tipos de tarifas de acceso de aplicación actual se muestran en la siguiente tabla:
La tarifa de acceso más común en viviendas y locales pequeños es la 2.0A que se compone de un único precio por la potencia contratada (facturación de potencia) y un precio por el consumo de energía activa (facturación de energía activa).
Discriminaciones horarias
El usuario, no obstante, puede optar por la tarifa 2.0DHA si le conviene más una discriminación en dos periodos horarios, con precios diferenciados para la energía consumida en las llamadas horas punta y horas valle.
Para aquellos que dispongan de vehículo eléctrico y tengan que cargarlo a la noche, una alternativa es acogerse a la tarifa 2.0DHS (supervalle) ya que se discriminaría el precio por la energía consumida en tres periodos horarios distintos a lo largo del día, con un precio más accesible por el consumo energético entre la 1 y las 7 horas de la noche (momento en el cual se cargaría el vehículo y el consumo de la energía nos costaría menos).
Facturación de potencia
La potencia contratada tiene un coste fijo asociado que se refleja en nuestra factura, y que costará más o menos dependiendo de la comercializadora que hayamos contratado (véase Iberdrola, EDP, etc). Cuanta mayor sea la potencia contratada, mayor será el coste fijo asociado a ésta. Es decir, todos los meses dispondremos de un concepto fijo asociado a la potencia contratada, que será el que más penalice el coste en toda nuestra factura.
Facturación de energía activa
El término de facturación de energía activa para el periodo de facturación correspondiente es el resultado de multiplicar la energía que se consume durante ese periodo tarifario que hemos contratado (tarifa 2.0A, 2.0DHA…) por el precio del término de energía correspondiente.
Por ejemplo:
Durante todo el mes he encendido en toda mi vivienda sólo una bombilla de 50W durante 100 horas. He consumido, por tanto, 5 kWh, y si el coste de la energía activa (la que consumo) es de 0,0124 €/kW tendríamos un coste correspondiente a la energía consumida de:
5kWh x 0,0124 €/kW = 0,062 €
Precio total de la factura
El precio total de la factura, principalmente (impuestos, tasas, etc, aparte) sería la suma del coste de la potencia contratada (que sería fija) y de la energía activa, que varía en función del consumo de potencia que hagamos.
De entre los dos conceptos, será el término de potencia contratada el que más penalice nuestra factura.
Qué hacer para reducir la factura de la luz
Existen dos opciones para evitar que nuestros gastos mensuales eléctricos suban demasiado:
Eso, sí, cambiar la potencia contratada a una menor, implica pagar una tasa a la comercializadora correspondiente (un nivel menos de contratación implicaría unos 10 euros a pagar a la comercializadora por este trámite).
Conclusiones
Con esto concluimos que:
NUESTRO CONSEJO: Si te surgen dudas sobre el elevado coste de tu factura eléctrica, si crees que la potencia contratada no se ajusta a tus necesidades, si piensas que podría haber una mejor solución para poder mejorar la eficiencia de tus instalaciones, ponte en contacto con nosotros sin compromiso.
Somos expertos en Contratación de Energía y Optimización de las Facturas de Electricidad. Realizamos los estudios apropiados para conocer los puntos débiles y fuertes de la instalación y de la contratación. Además, una vez obtenidas las conclusiones del estudio, y en caso de que fuera necesario realizar cualquier labor eléctrica, contamos con la colaboración de una empresa de electricidad especializada cuyas referencias, podéis encontrar pinchando aquí.